jueves, 7 de abril de 2011

Radionexx bate récord Guinness

Paul Sfeir, director general de RadioNeXX.com, pasó a formar parte del récord Guinness por la transmisión radial más larga del mundo. Durante 40 horas, este chileno - venezolano, habló exclusivamente sobre los presos políticos venezolanos y sus derechos humanos. (Ver video de su entrevista por CNN)

Paul Sfeir (45) nació en Viña del Mar, es fanático de Santiago Wanderers y desde ayer su nombre quedó registrado con el récord Guinness por la transmisión radial más larga del mundo. Este trotamundos no se anda con chicas y logró su espacio en la historia con su programa “De pie y de frente”, en el que habló por horas y horas sobre la situación de los presos políticos venezolanos y sus derechos humanos.

“Fue un maratón de 40 horas que comenzó el viernes a las 9 de la noche, hora de Miami, hasta el domingo a la una de la tarde. La verdad es que a las seis de la mañana se bate el récord, pero nosotros queremos seguir un poco más”, confesó este hombre que se fue de Chile a principios de los setenta rumbo a Venezuela.

Durante todo el tiempo se mantuvo comiendo caramelos de miel y pedacitos de jengibre para cuidar su voz. Para no quedarse dormido frente al micrófono, consumió un lote de bebidas energéticas.

Pese a todos sus cuidados, la voz de Paul Sfeir quedó pa’l minino, pero le dio lo mismo porque logró su objetivo, aunque confesó que engordó 3 kilos. “Nos cocinó una señora venezolana y estuvo todo exquisito, pero engordé mucho”, aseguró.

“Estoy muy contento de haber logrado este récord. En las próximas horas mandaremos todo a la comisión Guinness para quedar inscrito”, dijo al diario pop.

- ¿En Venezuela podrías hablar de todo lo que dijiste durante las 40 horas?

- No, nada de lo que yo hablo acá podría decirlo allá porque estaría preso. Por eso quise hacer esta transmisión, para que la gente se dé cuenta de la problemática. Gracias a eso recibimos casi mil llamadas de auditores.
- ¿Te acordaste de Chile durante la transmisión?

- Por supuesto. Hay mucha gente que me dice que me estoy metiendo en un forro, pero yo todo lo hago para poner en alto el nombre de mi país, para que vean que sí hice algo útiL.

Mensaje de Paul Sfair, después de haber cumplido con el record Guinness

Hola, saludos.

No puedo hablar, estoy afónico porque 40 horas hablando sin lugar a dudas afecta. Pero del resto de mi cuerpo, mente, intelecto y corazón estoy mejor que nunca ¡!!

En 40 horas hablando aprendí varias lecciones:

- Cuando se quiere hacer algo hay que intentarlo y tratar de lograrlo. Sin intentarlo jamás sabrás si eres o no capaz y no podrá saborear la sensación de fortaleza que vas ganando cuando estas cerca de encontrarte con tus logros.
- Aprendí que si no hay nada que decir es mejor callar.
- Aprendí que llorar por los débiles es una cualidad que tienen los hombres y mujeres fuertes.
- Aprendí a que hablar con razón y base es una forma de hacer.
- Aprendí a sentir la presencia de mis amigos, aun sin poder verlos…
- Aprendí la importancia de decir por favor y de decir gracias !!
- Aprendí que cada etapa de la vida que te toca vivir es la más importante.
- Aprendí que Dios es más de lo que uno espera…
- Aprendí a reconocer que me falta mucho por aprender.

- ( ) Este espacio en blanco es para amontonar todas las cosas que aprendí que sé que empezare a recobrar en mi mente en tiempos futuros…
- Aprendí que ser malo significa no existir.
- Aprendí que mentir a un niño es un delito.

En estas 40 horas de encierro en un estudio de radio, sin ventanas, pudiendo ir al baño de forma restringida, hablando con personas que llamaban de forma restringida, encapsulado en un espacio de 1.2 x 2.5 metros por esas 40 horas, intenté encontrar un paralelismo con la situación real de nuestros presos políticos, pero descubrí que mi vida es aún demasiado abundante.

No tengo que hacer mis necesidades fisiológicas en envases de plástico.
Nadie me encadena la puerta a las 7 pm para torturarme.
No tengo glaucoma por años sin ver luz.
No tengo debilidad ósea por falta de luz natural y sol.
No tengo que despedirme de mi esposa o hijos cuando acaba la visita (inmoralmente vejatoria para ellos) sin saber si la vida me permitirá volverlos a ver.

Aprendí tremendas lecciones. Aprendí que cada uno de nosotros tiene la obligación de tratar de ser papa de esos niños(as) que están creciendo en medio de tremenda disyuntiva moral.

Hoy no puedo hablar, pero puedo escribir, y el agotamiento de 40 horas “es un decir” al lado de 8 años de ser rehén de un tirano asesino.

LIBERENLOS YA !!!

Paul Sfeir.-